domingo, junio 25, 2006

Mi princesa personal

Entonces ella se dió vuelta,

(sus bucles amarillos se movieron con el viento),

me miró con sus dos espejos azules y me dijo: tíaaaaa, vení.

Y la vida volvió otra vez a tener sentido.

2 Delirios ajenos:

Blogger El Paseante said...

No importa quién o qué te devuelva la alegría, lo importante es que lo haga.

No se lo digas a nadie, pero a mí una vez me devolvió la alegría la canción más estúpida y barata de la radiofórmula de por aquel entonces.

Jajajajaja

11:06 a. m.  
Blogger a said...

te has ganado un tas tas.
:)

7:02 p. m.  

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