Inconexa

Deberías llover. Luces encriptadas. La humedad, el rocío, todo eso que me despeina y me hace sentir pagajosa. Guacala. Y el agua...el agua...el sonido del agua no me relaja: me dá ganas de hacer pis. ¿Ahora creés que soy una asesina?. ¿Ahora me tenés miedo?. Bueno, loco: ya está. Ahora que descubriste mi comportamiento psicótico, tenés dos opciones: o te vas o te quedás. Lo que quieras. Calles resbalosas. Un buzón chorreando agua. ¿Y el yuyerío?. ¿Y si se va para siempre?. ¿Y el gato aplastado de hoy?. Un apunte dibujado. Miles de garabatos adornando las palabras negras, aburridas: desdibujadas. Haceme caso, che. Quiero plata, mucha plata: dólares, euros, pesos, cheques, notas de crédito, tarjetas de débito. Un paraguas, dos paraguas, tres paraguas. Comete ese micrófono y dejá de cantar, che bolú. Me sacás las ganas de vivir, las absorbés, las retirás. ¿Estamos aliadas o aleadas?. ¿No es escencialmente lo mismo?. Pero ni una ni otra. Nada. Por que vos...por que yo...por que nuestros...y así mismo. La basura mojada y rota. Los perros rompen la basura. ¡Carajo!. Quiero ser perro. Quiero tener un sobretodo y jugar al detective. Quiero meterme en una cueva y jugar a que es mi casa. Vino tinto. Entonces el viento, entonces la lluvia, entonces un poco de fuego ahí encendido en ese baldío ediondo. Pero es un paraíso. No quiero que me hables más. Callate. Cayote. Cafrune. Calmame un poco por que creo que me voy a volver loca. Aveces quiero ser vagabunda. Aveces es casi siempre. Casi nunca es casi nunca. Nada. No me des bola. Dejalo ahí. Pero entendeme. Apaciguame. Porfis. Salís a buscar vida y no encontrás nada y te volvés muerto. Te dormís vestido en tu cama de colchas viejas y sábanas sucias. Pero vos sabés, yo sé, todos sabemos quien sos. Entonces un charco. Entonces una nube que parece destruída por un trueno azul. "Vengá mi muerte", te digo. Y te cago para toda la vida.