domingo, agosto 06, 2006

El poeta loco: parte V

A pesar de lo que había sucedido en nuestro primer encuentro, nos seguimos viendo.

El me llamaba insistentemente y yo accedía.

Nos juntábamos en las plazas, de día. Y nos pasábamos las tardes enteras charlando, fumando y comiendo chicle.

Desde esa época, las plazas se conviertieron en mis lugares preferidos para ver a alguien. Siempre que alguien me dice (o me decía), nos juntemos a charlar, o vamos a caminar, termino conduciendo a esa persona a la plaza mas cercana, para quedarme ahí a pasar el rato.

Yo le hablaba de mi ex novio. Un soviético hermoso que me había dado el primer orgasmo y al cual jamás en mi vida volví (ni voy a volver) a ver. No sé por que le hablaba siempre de él. Creo que de alguna manera quería que supiera que él ya no me gustaba como "novio", sino como "amigo", entonces optaba por contarle mis penas amorosas en señal de alerta.

Consuelo siempre me decía que "ese chico no le gustaba para mi", que era raro y que tenía cara de loco. Yo le decía que si, que tenía razón, pero que sin embargo ami había algo de él que me atraía mucho.

.....................

Poco a poco me fuí cansando. La verdad es que era muy feo y ni siquiera me gustaba mirarlo a los ojos: incluso me daba vergüenza que me vieran con él. Empecé a sentir que me aburría y que cada tarde que pasaba con él era una pérdida de tiempo en la que podía estar haciendo algo más entretenido: me aburría.

Entonces me empecé a alejar.

No le devolvía las llamadas, o me hacía pasar como que "no estaba".

Varias veces lo vi (otras lo vimos con mi amiga M), merodeando mi escuela. Yo me había desaparecido con mis motivos personales y él - naturalmente - quería saberlos.

Yo lo esquivaba, me escondía: mis amigas me avisaban si él estaba o no.

Hasta que un día, cuando salía de la escuela, se acercó muy tímido y me dió un papel. Me dijo:

- Abrilo cuando llegues a tu casa.

Apenas me subí al colectivo, abrí el papel: era un poema.



anverso





reverso

El poema decía:

Paloma, ahora estás;
paloma, ya te vas.
Una chispa que se enciende,
sopla el viento y no estás más.
Tus visitas espontaneas son
lo mas parecido a la marea.
Quiera estar acá.
Quiero ver tus ojos en los mios.
Quiero que me quieras.
Te quiero llevar al mar.
No vueles más, paloma del viento.
Quédate en mi plaza.
No huyas más, ladrón de mi;
devolveme mi beso en casa.
Inmunda espera soporto.
El tiempo en blanco es el peor corrosivo.
Ya no me dejo ni jugar con las sensaciones,
sólo me permito ser un idiota
que no sabe porqué hace lo que hace.
Indudablemente no estoy solo;
estoy conmigo, que es mucho peor, en estas circunstancias.
No se oye más que ami
mascullando imágenes decoloradas y chorreadas
(que no son otra que tu forma,
esa que me sigue cuando sueño despierto).
Cuando me callo, por suerte,
está mi música (¡que nunca me abandone!),
pero ni ella puede ya quitarte de mi lado.
Fundite en mi, o...
Te muero.
Te quiero llevar al mar, paloma del viento;
Nos quiero matar.

2 Delirios ajenos:

Blogger G. said...

te lei y me vi. esa cosa de cansarse de alguien (medio como q llega a rechazo, no?) sin saber porque o si sabiendo a q se debe: a un rejunte de cosas q le vemos a esa persona q antes el encanto por ella no nos dejaba ver. a mi me da culpa, no se porq pero no me hace sentir muy bien cuando paso situaciones similares a las q describis. me da culpa q ya no me guste una persona, me da culpa alejarme asi sin decir nada, me pongo en el lugar de esa persona y me siento mal.

(tengo q tratar de no ser tan culposa, tema para ver con V).

pd: me gusto el poema.

2:31 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Ami también me hacían sentir mal esas cosas...hasta que me tocó vivirlas del otro lado: del lado del rechazado.

Y bueno...es así...aveces herimos y otras nos hieren a nosotros.

El equilibrio m'hija...el equilibrio de universo...

4:49 p. m.  

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