martes, agosto 15, 2006

Chusma, chusma, pddd

Hoy lo descubrí a ED, chusmeando con mi celular.

En realidad no lo descubrí "chusmeando", lo descubrí con mi teléfono en la mano, pero algo me sugirió que andaba sucio.

Cuando entré por la puerta y lo vi en pleno acto delinctuoso (no sé si existe esa palabra), le dije: "¿QUÉ HACÉS CON MI TELÉFONO?".

Él, nervioso me dijo: "lo estaba cambiando de lugar. Estaba acá (y lo pone donde yo lo había dejado) y ahora lo pongo acá (y lo pone en otro lugar del escritorio)".

"Ahhh bueno", le digo sin querer hacer demasiado incapié en el tema y un poco avergonzada por mi reacción.

Me puse nerviosa mal. Es más, el otro día tuve el presentimiento que ED había leído unos mensajes (bastante eróticos) que me mandó un chico que conocí en las vacaciones. Y cada tanto pensaba en eso. Y hoy lo veo así...y yo sospecho. Igual no le dije nada, pero me dió cosa. Aunque en realidad, lo que más miedo me da, es que encuentre las notas que guardo en la memoria del celular en las que almaceno palabras claves que me recuerdan sobre que quiero escribir. Por ejemplo, tengo notas que dicen: "Fax. América. Cojones. Costurera" o "nena. Café, vasos. Me olvido de pensar. Canciones infantiles. Mate cocido". Por que como yo pienso boludeces en tiempo completo, quiero recordarlas. Y creo que todavía tengo derecho a guardar la privacidad de mis locuras.

0 Delirios ajenos:

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