domingo, julio 30, 2006

Profecía: el porro y la manteca

Entonces mientras yo la esperaba, me fumaba un porro.

Mientras la seguía esperando, miraba el techo.

Mientras el tiempo pasaba y yo la seguía esperando, comía tostadas con manteca.

Y como ella no venía, me puse a imaginar un futuro inmediato.

Pensé que cuando abriera la puerta y me viera, me iba a decir:

"¿manteca? ¿por qué no comés con otra cosa si estás mal de la panza? ¿te fijaste si hay queso?".

Y escribí esa frase en un papel, pensando que cuando ella abriera la puerta e hiciera realidad mi profecía, yo le iba a mostrar (con evidencia documental) que la había adivinado.

Cuando ella entró por la puerta, mientras yo comía mi enésima tostada con manteca, y me dijo:

"¿ya estás lista? esperame dos minutos más y ya estoy",

guardé el papel en la campera y salí de la cocina.

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