Gente humilde
Después de haber trabajado como una bestia (no estoy acostumbrada a varias jornadas laborales seguidas de 9 horas), después de haber andado por el centro caminando todo el día, después de haber comprado un regalo que el "regalado" me rechazó, me subo al colectivo con la esperanza de poder sentarme al lado de una ventana y descansar.
Mientras espero en la parada, me pongo mis auriculares, me despido del mundo cruel, pongo play y desaparesco: solo soy una imagen tridimensional en esta ciudad.
Por suerte el colectivo llega bastante rápido. Me subo, pago (como buena ciudadana que soy), pero miro y están todos los asientos ocupados.
Me paro al frente de una chica que tiene una trenza muy pero muy larga.
El colectivo se mueve mucho, el viaje es largo y nadie se levanta.
Me transformo.
Empiezo a insultar a la chica interiormente:
"Hija de re mil puta. La puta madre que te parió. Seguro que estás al pedo todo el santo día y ahora te tomás un colectivo para irte a coger por ahí, negra de mierda. Seguro que cobrás un plan del gobierno y con eso te basta para vivir en la mierda. Parate negra sucia. Yo laburo como un asno todo el día, compro cosas, para que vos estés sentada, y el día de mañana tengas 400 hijos que se van a subir al colectivo sin pagar el boleto y van a gritar, y van a hacer bulla y vos no les vas a decir nada por que sos una negra de mierda. Hija de puta.".
Me callo interiormente.
Pienso.
Recapacito.
¿De dónde salió todo eso?.
Si yo siempre defendí a la gente humilde.
Si yo nunca antes pensé así.
Solo espero que sea efecto del cansancio acumulado.
Mientras espero en la parada, me pongo mis auriculares, me despido del mundo cruel, pongo play y desaparesco: solo soy una imagen tridimensional en esta ciudad.
Por suerte el colectivo llega bastante rápido. Me subo, pago (como buena ciudadana que soy), pero miro y están todos los asientos ocupados.
Me paro al frente de una chica que tiene una trenza muy pero muy larga.
El colectivo se mueve mucho, el viaje es largo y nadie se levanta.
Me transformo.
Empiezo a insultar a la chica interiormente:
"Hija de re mil puta. La puta madre que te parió. Seguro que estás al pedo todo el santo día y ahora te tomás un colectivo para irte a coger por ahí, negra de mierda. Seguro que cobrás un plan del gobierno y con eso te basta para vivir en la mierda. Parate negra sucia. Yo laburo como un asno todo el día, compro cosas, para que vos estés sentada, y el día de mañana tengas 400 hijos que se van a subir al colectivo sin pagar el boleto y van a gritar, y van a hacer bulla y vos no les vas a decir nada por que sos una negra de mierda. Hija de puta.".
Me callo interiormente.
Pienso.
Recapacito.
¿De dónde salió todo eso?.
Si yo siempre defendí a la gente humilde.
Si yo nunca antes pensé así.
Solo espero que sea efecto del cansancio acumulado.
3 Delirios ajenos:
Joder, qué genio!!
Jajaja
No te tortures, esa ira que te sale de las tripas no es sino el fruto de los palos que tu propia espalda lleva encajados. Tú, a tu manera, eres tan humilde como ella.
¿No te has parado a pensar que alguien puede pensar eso mismo de ti?
Es el instinto. Todavía somos un poco animales...
Es que poco me importan lo que piensen.
Me considero tan estúpida, tan egocéntrica, tan humilde y tan primitiva, con el resto de las personas a las que critico.
El que tiene asumido su papel de micropartícula insignificante del universo, quizá esté cerca de ser un amargado, pero más cerca aún está de comprender su papel en ese todo perfecto que es el imperfecto mundo.
El cancionero gitano, a fin de cuentas, tenía razón: "Naide es más que naide"
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