lunes, octubre 16, 2006

De madrugada...

Como una radiografía de tu cerebro...y tus debilidades expuestas en un pasacalles un poco roto por el viento y por la ciudad en sí. Algo pasa. Algo fuerte. Algo distinto, desconocido, extraño, horrible. Indómito, como el viento de la Patagonia, extraño, como los hombres que desfilan por las avenidas. Hace frío y hace calor. Vos te desnudás y tus pezones rosados se despiertan con la resaca fuerte y apestosa de una noche negra. Huele a rancio. Huele a vacío: huele a pasillo de hospital. Todo lo que creí que nunca...que nunca pero nunca iba a pasar. Todos esos corazones fuera de la órbita de mi planeta. Todas esas manos alejándose de mi.

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