El viejo y mi primera satisfacción

Hoy fué un día increíblemente bueno: hice algo que hacía mucho quería hacer, pero por algún motivo que desconosco, no lo hacía.

Salí "cámara en mano" por el barrio a sacar fotos.

Siempre que salía a caminar, o en el colectivo, veía ciertas cosas o a ciertas personas y me imaginaba la foto, pero nunca llevaba la cámara conmigo.

Bueno. Esta vez salí "cámara en mano". La primera persona a la cual me atrajo sacarle una foto fué a un viejito que estaba parado en una vereda. No me animaba a preguntarle si podía sacarle una foto: no me iba a entender y se iba a asustar. "No pierdo nada", pensé. Me acerqué a él, sigilosamente y cuando pasé cerca suyo, me sonrió. "Esta es mi oportunidad".

- Disculpe, señor - le dije respetuosa - ¿le puedo sacar una foto?.

- ¿Una qué?. No la escucho.

- Una foto. Mire, con ésta máquina.

- ¿Usted vende eso?.

- No, no. Yo solamente quiero sacarle una foto.

- ¿Y las vende?.

- No. Las saco por que me gusta. ¿Le puedo sacar una?.

- ¿Por qué? ¿por que tengo 98 años? - me dijo orgulloso.

- ¿98?. Mire...no parece. Se lo ve muy bien.

- Jajajaja...muchas gracias.

Prendí rapido la cámara y mientras el viejo me hablaba y sonreía a la vez (como diciendome: "dale, sacala"), le enfoqué esa cara hermosa de viejo joven..y salió ésto:




se la mostré por la pantallita y me dijo: ¿se la puedo mostrar a mi señora?. Está adentro, en cama.

- ¿Qué le pasa?.

- Tuvo un pico de tensión y el médico le dijo que se tenía que cuidar.

- Si llevela.

El viejo titubeó y me dijo:

- No, no. Mejor no.

- Bueno, muchas gracias señor.

- De nada querida. Sos muy simpática....muy simpática.

Y este viejo me dió mi primera satisfacción.

Seguí dando vueltas y sacando fotos. Después fuí al centro comercial a comprarme un libro. Y cuando me estaba llendo, vi un local de Kodak. "¿Se podrán revelar las fotos, si no tengo el cable?. Bueno, yo voy, no pierdo nada".

- Hola. No traigo el cable de la máquina...pero ¿se pueden revelar las fotos lo mismo?.

- Si tenés la memoria, si.

Y revelé la foto para llevársela al viejo y que su mujer la pudiera ver.

Ya era un poco de noche, así que fuí un poco caminando rápido y otro poco corriendo. Imagino que si se trataba de dos viejos que viven solos, no se iban a animar a abrirle la puerta a un desconocido.

Antes de llegar, le saqué una foto a la foto (no sé por qué):



Caminé hasta donde yo pensaba que estaba la casa. Y..¡oh sorpresa!: la casa no estaba donde yo creía. Miré el fondo de la foto: pared de piedra de un lado, ventana con rejas blancas del otro.

Cuando dí (por tercera vez) la vuelta manzana (a la misma manzana) me empecé a asustar. Ya estaba demasiado oscuro y la casa del viejo no aparecía. Empecé a pensar si el viejo y la casa, habrían sido producto de mi imaginación o si el viejo y la casa estarían "encantados", o algo por el estilo.

Así que me volví a mi casa a bajar las fotos y a escribir este post.

Mañana salgo a ENCONTRAR la casa del viejo y a darle su muy merecida foto.